Toronto – Canadá limitará a 500.000 el número de inmigrantes que recibirá en 2026, tras una década de constantes incrementos anuales, para reducir el impacto de los recién llegados en el mercado de la vivienda, el sistema sanitario y otras infraestructuras, según reveló este miércoles el Gobierno del país.
El ministro de Inmigración de Canadá, Marc Miller, reconoció que la masiva llegada de inmigrantes en los últimos años ha provocado problemas en todo el país.
“Lo que canadienses y economistas nos están diciendo es que tenemos que estudiar los impactos microeconómicos de la inmigración”, declaró en una rueda de prensa en la que desveló los objetivos migratorios del Gobierno canadiense.
La decisión de limitar la llegada de inmigrantes a partir de 2026 supone un cambio en la política que hasta ahora había defendido el primer ministro, Justin Trudeau.
En 2022, Canadá autorizó la llegada al país de 431.645 inmigrantes. Este año, el país recibirá 465.000 inmigrantes. En 2024 la cifra subirá a 485.000 y un año después se llegará a los 500.000 inmigrantes. Pero en 2026 la cifra quedará congelada en el medio millón de personas.
Miller señaló que limitar el objetivo migratorio del país ayudará a mantener el ritmo de crecimiento de la economía y población “a la vez que moderará su impacto en sistemas críticos como infraestructura y vivienda”.
En 2015, cuando Trudeau llegó al poder, Canadá recibió menos de 300.000 inmigrantes.
En 2022, gracias a la llegada de inmigrantes, la población canadiense creció la cifra récord de 1 millón de personas.
Canadá es en estos momentos el país del G7 de mayor crecimiento demográfico, con un 2,7 % anual. Es el nivel más elevado desde 1957, cuando la explosión de nacimientos en la posguerra y la inmigración colocó la tasa en el 3,3 %.
El Ejecutivo canadiense ha defendido su política de constantes aumentos migratorios para mantener el crecimiento de la economía. El anuncio de este miércoles es la primera ocasión en que Ottawa reconoce que el elevado número de personas que recibe el país cada año está también causando problemas.
Un reciente estudio señaló que Canadá necesita añadir unos 5,8 millones de viviendas para cubrir las necesidades del mercado.
El crecimiento demográfico y la escasez de vivienda se han traducido en un fuerte aumento del precio de las casas.
Mientras que en 2015 el precio medio de una vivienda en el país era de 413.000 dólares canadienses (unos 298.000 dólares estadounidenses) a finales de 2021 la cifra se había duplicado a 811.700 dólares canadienses.
EFE
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