El Reino Unido anunció este martes un nuevo paquete de sanciones contra Rusia, en coordinación con la Unión Europea (UE), como respuesta a los recientes ataques con drones lanzados por Moscú sobre Ucrania. Las medidas están dirigidas principalmente a los sectores de defensa, energía y finanzas.
El Ministerio de Relaciones Exteriores británico informó que las 100 nuevas sanciones se centran en 18 barcos de la llamada “flota fantasma”, una red de embarcaciones utilizada por Rusia para exportar petróleo y gas esquivando las restricciones impuestas previamente por Occidente.
Las sanciones también afectan a instituciones financieras rusas, a personas señaladas por difundir propaganda o desinformación pro-Kremlin, y a empresas vinculadas a las cadenas de suministro de armamento letal, incluyendo los misiles Iskander, utilizados en el conflicto.
Además, el Foreign Office explicó que tanto Reino Unido como sus aliados están trabajando para reforzar el tope al precio del petróleo ruso, con el objetivo de reducir los ingresos que financian la guerra emprendida por el presidente ruso Vladimir Putin.
“Los últimos ataques de Putin muestran una vez más su rostro belicista”, declaró el ministro británico de Relaciones Exteriores, David Lammy, en un comunicado. El funcionario instó al mandatario ruso a aceptar de inmediato un alto el fuego total e incondicional, como paso previo para abrir negociaciones hacia una paz justa y duradera.
Por su parte, la Unión Europea adoptó su decimoséptimo paquete de sanciones contra Rusia, que incluye nuevas restricciones contra buques petroleros fantasmas que Moscú emplea para eludir los embargos sobre sus exportaciones de crudo.
Según ambas potencias occidentales, las sanciones vigentes han generado ya un impacto económico significativo en Rusia, aunque el conflicto continúa escalando y provocando graves consecuencias humanitarias y geopolíticas.
LN
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