EE.UU. impone sanciones a Rosneft y Lukoil en medio del diálogo por un acuerdo para Ucrania

 EE.UU. impone sanciones a Rosneft y Lukoil en medio del diálogo por un acuerdo para Ucrania

Este viernes entraron en vigor las sanciones estadounidenses contra las dos mayores petroleras rusas, Rosneft y Lukoil. Su impacto, visible ya en la reducción de las exportaciones hacia China e India, empieza a sentirse en la economía rusa justo en medio de las conversaciones sobre un nuevo plan para Ucrania.

El Departamento del Tesoro asegura que las restricciones han logrado reducir sensiblemente las exportaciones de hidrocarburos y, con ello, mermar la capacidad de Moscú para financiar la guerra contra Ucrania.

Desde que el presidente de EE.UU., Donald Trump, llegó al poder en enero pasado, este es el paquete de sanciones más contundente adoptado por la Casa Blanca contra el Kremlin.

El líder ruso, Vladímir Putin, descartó que la presión económica vaya a frenar la ofensiva en Ucrania, mientras Trump insiste en que, si Moscú no detiene las hostilidades, la economía rusa sentirá los efectos adversos en un plazo de seis meses.

El impacto económico: caída del precio del crudo y reducción de ingresos

Un informe del Tesoro estadounidense reveló esta semana que el precio del petróleo ruso Urals ha caído más de un 21 % desde que se anunciaron las sanciones. La brecha entre su cotización, unos 36 dólares por barril, y la del Brent supera ya los 20 dólares, un diferencial que no se veía desde comienzos de 2023.

Como resultado, los ingresos rusos por exportaciones de crudo han disminuido alrededor de un 20 %, tras haber rozado los 1.500 millones de dólares semanales a finales de octubre. Además, una docena de grandes compradores en China e India, destino del 90 % del petróleo transportado por vía marítima, han reducido de forma notable sus adquisiciones, y algunas empresas han dejado de importar por completo.

JP Morgan calcula que cerca de un tercio del petróleo ruso se encuentra ahora en buques sin destino claro, una señal de que el mercado se está cerrando a Moscú con rapidez.

Activos en el extranjero y prórrogas para desinversiones

Washington otorgó a Lukoil una prórroga hasta el 13 de diciembre para vender sus activos internacionales, cuyo valor oscila entre 14.000 y más de 20.000 millones de dólares. Empresas como Chevron y Carlyle han mostrado interés, después de que el grupo suizo Gunvor renunciara a competir tras ser señalado por EE.UU. por su cercanía al Kremlin.

También varios países europeos reciben tiempo adicional para reorganizar sus operaciones: Bulgaria podrá seguir gestionando instalaciones adquiridas a la petrolera rusa hasta abril, mientras Alemania cuenta con seis meses más para operar las refinerías de Rosneft en su territorio.

Nuevas sanciones en el horizonte

Aunque el paquete actual ya marca un punto de presión significativo, Trump adelantó que respalda una propuesta congresional para imponer sanciones severas a cualquier país que haga negocios con Rusia, salvo la aliada Hungría. La iniciativa, impulsada por legisladores de ambos partidos, incluye posibles aranceles a importadores de hidrocarburos rusos y sanciones secundarias a empresas que apoyen la producción energética de Moscú.

Trump, sin embargo, exige conservar la potestad de aplicar o retirar las medidas en función de la evolución de las decisiones del Kremlin.

Respuesta europea

En paralelo, la alta representante de la UE para Asuntos ExterioresKaja Kallas, adelantó que Bruselas estudia nuevas medidas para impedir que la llamada “flota fantasma” rusa eluda las restricciones occidentales. Aclaró, además, que estas acciones podrían ejecutarse sin esperar un nuevo paquete formal de sanciones, con el objetivo de permitir una respuesta más rápida y flexible.

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